25.11.08

PRIMERA ENTREGA- "ME MUESTRO, LUEGO EXISTO"( SUBGÉNEROS DEL BLOG)














INTRODUCCION

Durante estos últimos años han proliferado nuevas formas de mostrarse en el medio virtual. Son los jóvenes, siempre más despiertos al momento de usar la tecnología, quienes han invadido el ciber espacio como lugar de interacción y construcción del propio yo, de un área que les pertenece como individuos que forman parte de una comunidad que excede los limites geográficos para convertirse en global y virtual.
En este aspecto existen variedad de medios y herramientas disponibles de acceso ilimitado, en donde estos jóvenes buscan el modo de expresarse, de marcar su individualidad y su subjetividad y a su vez lograr ese sentimiento de pertenencia que todas las personas en su adolescencia anhelan y necesitan para, como ya dijimos, construir su propio yo y afianzar su identidad.
Una de esas tantas herramientas, quizás la mas conocida y accesible, son los denominados fotologs, o flogs como los jóvenes prefieren llamarlos. Los mismos, consisten en espacios virtuales en donde las personas pueden postear fotográfias, imágenes de sus bandas de música, actores y artistas favoritos, etc; y dejar comentarios, opiniones, visiones del mundo, y en donde a su vez otros usuarios pueden comentar sus publicaciones. Algunos son actualizados diariamente, por lo cual permite a quien lo ve hacer una reconstrucción día a día de lo que el dueño del flog ha subido y publicado, constituyendo una suerte de “diario íntimo” pero con la gran diferencia que es abierto a la infinidad de usuarios de la Web. Hay allí cierta contradicción por parte de los usuarios, principalmente los adolescentes, que muestran al mundo su cotidianeidad, su grupo, su vida, sus momentos “íntimos”, pero a su vez hay una resistencia a que los progenitores accedan a estos espacios y los invadan en ese lugar “privado” en donde los chicos son amos y señores absolutos. Esta ambigüedad entre público y privado es una característica muy común entre gran parte de los usuarios (floggers). Podría decirse entonces que estos espacios, son creados para compartirlos y hacerlos públicos, con sus amistades mas cercanas y con personas de otras latitudes. Sin embargo en la mayoría de los casos está vedado a la mirada controladora de los padres, que frecuentemente ignoran por completo la existencia de este espacio en la vida de sus hijos.
El mismo fotolog es configurado por el usuario en función del tipo de destinatario que desee para su espacio, por ejemplo, al elegir determinado tipo de escritura, un cierto código compartido con su grupo de pertenencia más cercano, o perteneciente a un grupo mayor de individuos, es decir, algunas de las diversas “tribus urbanas” en las cuales gran parte de los jóvenes de hoy buscan un estilo y una identidad propias.
Para Marcelo Urresti en “Ciberculturas juveniles” el fotolog, como otras tantas plataformas, sirven para comunicar, hacer circular información, y articular redes sociales que se usan masivamente por personas de distintas geografías, edades y clases sociales, pero es en la generación mas joven en donde los avances y recursos tecnológicos como estos se hacen mas indisociables de su entorno, e influyen en su modo de trabajar y moverse en el mundo y relacionarse con los demás. Es por eso quizás que la mayor parte de los usuarios de estos fotologs sean chicos y adolescentes, que han pasado a ser “nativos” de este nuevo mundo cibernético, contrariamente a los adultos que si bien se han ido adaptando, son considerados “inmigrantes” en este tipo de avances.
Por lo tanto los floggers son casi exclusivamente chicos que no exceden los 18 años de edad en promedio, y de los cuales cada vez más se suman a esta nueva “moda” de exhibirse en red y para todo el mundo.
Es importante aclarar que si bien el término flogger se aplica a todos los usuarios de un flog, últimamente se le asigna a cierta tribu urbana que con una estética y usos y costumbres particulares, hace uso de este espacio más frecuentemente que el común de la gente que utiliza este “servicio”. En este trabajo utilizaremos el término flogger como sinónimo de “usuario de fotolog”, que es la primera de las significaciones, la original y genérica, pero al hablar de estéticas nos referiremos a su segunda acepción, la que da nombre a la tribu urbana en particular (“los floggers”).
En el presente trabajo nos dedicaremos a realizar un análisis semiótico de un corpus fotográfico extraído azarosamente de espacios de fotolog.com. Es pertinente aclarar que la semiótica general es una ciencia que utiliza un conjunto de conceptos para describir las operaciones que explican como y por qué un determinado fenómeno adquiere en una sociedad y época especificas una determinada significación; concluyendo que estas sociedades que poseen una forma particular de comunicarse y de transformar los sentidos de las nociones que con el correr del tiempo se transforman, produciendo nuevos significados, es decir un proceso de semiósis social, en términos de Eliseo Verón. En este caso, el objeto semiótico del cual se hará análisis es la práctica de tomar fotografías y subirlas a la red, en el marco de los conocidos fotologs, por parte de la juventud actual. El objeto semiótico es aquel fenómeno social al que se le atribuye un determinado significado, y del cual es inimaginable que haya existido un momento previo en el cual no lo haya tenido.
Los aspectos que se tendrán en cuenta, y cuyas herramientas teóricas nos la otorga la disciplina, son, la imagen como autorretrato, en donde en la instancia de producción, en el acto fotográfico, se lleva a cabo la construcción de una imagen de si mismo a partir del reflejo que del sujeto esta mostrando el espejo.
Además se considerarán el plano y los encuadres de la fotografía como portadores de un significado mentado, y como recursos estéticos de los floggers para la construcción de la imagen del YO de los sujetos; como así también las actitudes de estos adolescentes frente al espejo, las poses, los gestos y la disposición de la cámara con respecto al cuerpo.
Por otro lado, la intimidad jugará un rol importante en este análisis. Observándose que el total de las fotos del corpus son tomadas frente al espejo de baños, se plantea aquí el tema de la ambigüedad con respecto a lo íntimo. Retomando lo dicho anteriormente, siendo el baño el ámbito “mas privado” de la casa, los jóvenes lo utilizan para tomarse los retratos en completa soledad, tranquilidad y por sobre todo privacidad, sin la mirada de su familia. Pero a su vez, esta foto trasciende la intimidad al ser publicada en un medio tan masivo como es la Internet y especialmente los fotologs.
Por último, otro aspecto a tener en cuenta serán los epígrafes de las fotos y los comentarios dejados por los que visitan el sitio. Esto será útil para indagar en los aspectos connotativos de la imagen.
Para desarrollar estos aspectos se utilizarán conceptos pertenecientes a textos de autores que han sido provistos por la cátedra.



Descripción del corpus fotográfico

En este corpus se han seleccionado trece fotografías extraídas cada una de un fotolog determinado (en www.fotolog.com), siendo la mayoría publicadas próximas al comienzo de este trabajo. Lo que motivó a elegir éstas imágenes de las miles que circulan por la red fue en base a una regularidad que se nos presentó casi de inmediato al buscar las fotos que compondrían el corpus. Puede observarse en todas ellas a adolescentes, chicos y chicas, que se fotografían frente al espejo, en diversidad de poses y actitudes, con diferentes estéticas y con distintos tipos de dispositivos productores de imágenes. Así, los teléfonos celulares con cámara, las cámaras de fotografía digitales, y otros tipos de dispositivos idóneos, son el medio por el cual estos jóvenes que no superan los veinte años de edad se paran frente al espejo e inmortalizan su reflejo en otro reflejo que es el que en última instancia genera la foto. Por ende en estas aparece otra regularidad, que es la presencia misma del dispositivo que la captura.
Estos comportamientos, actitudes, estéticas que confluyen en la foto, se han extendido como prácticas propias de los jóvenes, pero en este último tiempo se han masificado aún más y asociado a determinado grupo. Con la aparición de nuevas “tribus urbanas”, como los floggers, se ha generalizado ésta práctica y se ha llevado a cabo un proceso de homogenización, en el que los jóvenes se terminan pareciendo todos entre si, aunque paradójicamente adhieren a este tipo de grupos como modo de diferenciarse dentro de la sociedad.
A continuación se hace un análisis de lo que puede observarse en las fotos particularmente, pero que en suma, comparten todas las regularidades antes mencionadas.

FOTO A (www.fotolog.com/ivann_16)

En la fotografía se puede identificar a un individuo de sexo masculino que hace evidente la instancia de producción de la fotografía, mostrando el dispositivo material del que se sirve para lograr este fin, en este caso un celular.
La foto ante el espejo deja entrever por un lado la construcción de la imagen del yo evidenciado por: el peinado estilo flogger (flequillo cubriendo toda la frente), un peircing en el labio inferior, ropa con motivos infanto-juveniles (Mickey Mouse) que pueden evidenciar pautas de consumo.
A su vez esta imagen ante el espejo dan cuenta de la forma que los jóvenes tienen para mostrarse o exhibirse ante si mismos al momento de “producir” su propia estética, y posteriormente ante sus pares una vez que la foto ha sido publicada. Por otro lado el reflejo de la persona, deja ver quien es el enunciador y/o emisor de la propia imagen.
La fotografía ha sido tomada en el baño de una casa familiar, espacio que los adolescentes utilizan como lugar donde su intimidad puede manifestarse mas libremente y sin control de los otros y allí tiene un espejo a su disposición y cuya utilización no será cuestionada por el entorno familiar.
Esta fotografía corresponde al género autorretrato. Hay un primer plano del joven y un plano detalle del dispositivo. El sujeto se sitúa frente al espejo y al momento de fotografiarse lo mira. Hay un equilibrio en la composición. La foto es tomada verticalmente siendo la mitad “A” izquierda, ocupada por la figura humana; y la mitad “B”, derecha la mano y el celular. Al momento de trabajar con los conceptos de denotación y connotación; el primero no puede ser abordado ya que la foto ha sido cambiada por el usuario y lo que serían epígrafes y comentarios no coinciden con la imagen analizada.

FOTO B (www.fotolog.com/miii_cu)

Los individuos que se ven en la foto son dos jóvenes del sexo femenino, siendo la foto un “autorretrato grupal”. El reflejo ante el espejo hace que veamos por una lado a: el individuo productor (emisor) poseedor del dispositivo material (teléfono celular), y, e irónicamente, al receptor, quien aparece en la instantánea y es a su vez la compañera que como usuaria de otro fotolog luego visita el de su par para dejar comentarios y “consumir” el mensaje producido. Como en el caso anterior los individuos se encuentran en el baño, pero el significado de intimidad que se le suele dar a este espacio del hogar se ve roto porque la puerta permanece abierta y porque el lugar es compartido por dos personas.
En la construcción del YO la estética flogger (como tribu urbana) es predominante. Ello puede percibirse en el peinado de corte desmechado y flequillo sobre el rostro, y las ropas encimadas (remeras sobre otras, chalecos, pañuelos, etc.). Podemos afirmar que esta foto forma parte de un registro de una situación precisa, una salida nocturna que estas dos amigas vivenciaron una noche de sábado y que la fotografía fue tomada en lo que se denomina “la previa”. Esto se comprueba gracias al epígrafe:
esaaaaa
como la pasamos esa noche ehh :D:D
como me diverti con vos nena
quiero que se vuelva repetir
queiro que se repita,que se repita
ajajja
pero no creo que mi hermana se
banque de nuevo todo
jajaj asique me voy a conformar
gracias caro
uhh y ahora estas enferma
como te extrañe hoy
:S:S
bue mñn nos vemos ojala
te amoo noe

MIcCUUuU (R)
te amooo noee
En cuanto a la composición podemos destacar que se utiliza como recurso lo que denominaríamos “cuadro dentro de otro cuadro”, el marco del espejo y los limites de la fotografía es el resultado de ésta construcción. La puerta abierta reflejada en el espejo provoca una continuidad del espacio hacia atrás y una profanidad de campo generando perspectiva.
La mitad izquierda de la imagen está más sobrecargada puesto que dos tercios de la foto esta ocupada por cuerpos y mobiliario propio del cuarto de baño. Y el tercio restante por el reflejo del propio espejo.
Los cuerpos son tomados en un plano medio y se sitúan frente al espejo, lo miran y la fotografía es tomada verticalmente.

FOTO C (www.fotolog.com/noaiireglas)

En este caso podemos observar a un chico joven que utiliza como dispositivo material para la producción de la imagen una laptop con cámara incorporada. Gracias a su epígrafe y los posteos de sus pares y amigos hicieron que el dueño del fotolog por una especie de “necesidad” utilizará cualquier recurso para continuar fotografiándose.

jaja....para vs flor...cambie de lugar..:P
weno..
al pedido de flor..cambie de lugar...
pero como se ve...todavia no encuentro el usb de la camara...:P
weno...los dejo...pasen lindo...
En este caso el joven se encuentra de espaldas al espejo produciendo un efecto cascada, donde puede observarse una imagen dentro de otra al reflejarse la pantalla de la laptop sobre el espejo.
En lo que a la composición respecta, el género es un autorretrato. Podemos afirmar un cierto equilibrio, pues en la mitad izquierda esta la presencia del cuerpo real, y en la otra mitad se observa el cuerpo construido a través del reflejo.
Cabe destacar que por lo general en una misma foto no suele mostrarse el frente y la espalda de la persona fotografiada; y este es el fenómeno que se da en la imagen analizada. Mas allá de autorretratarse el joven intenta crear un mensaje que trasmita la posesión de éste dispositivo material en particular, ello se hace mas explicito a través de los comentarios que sus pares dejan en su fotolog. Por ejemplo los siguientes:

soy_luchy dijo en 7/10/08 16:35 …
ayy el todo careta con la nodbuck ( se escribe asi .ajska)
passate puto ..
dekbezaxtuamoor dijo en 7/10/08 20:17 …
HOMERO OCAMPOS CMO
TE VAS A SACAR FOTOS EN EL BAÑO CON
LA NOTEBOOK
PEDIME LA CAMARA
O COMPRATE EL USB

jaja te qiero putazoo
el primer dia qe te vii
entrastes en la escuela
ii yo pense...(no se cmo hice para pensar
pero wee) qe taradoo
ii me equiboqe una bamda
la verdad me hice un amigazoo
me caes re bien
ii si te tengo qe decir algo mas es:
TE QUIERO MUCHO AMIGO
suerte en todo lo qe te propongas
ii si algun dia necesitas algo
weno estoii ak para ayudarte en
lo qe seaa(menos en la escuela)
ajajaja
me despido asi:
HOMEROO PUTOOOOOOOOO

La figura del enunciador que se muestra está hecha en un primerísimo primer plano, situándose él frente al espejo mirando la cámara. La foto es tomada horizontalmente ganando espacio para mostrarse y mostrar la laptop.

FOTO D (www.fotolog.com/pasoelectroo)
Puede observarse en esta fotografía a una chica, que se ve reflejada en un amplio espejo donde puede observarse el fondo del espacio en el que está. La composición de la misma está desequilibrada ya que la presencia de su cuerpo se ubica en la mitad derecha de la imagen en un primer plano, por detrás del dispositivo material (una cámara fotográfica digital). Corresponde al género del autorretrato y hay una marcada producción del YO y la forma de mostrarse a los demás. Esto se evidencia gracias a las gafas, el pelo estilo flogger y una camisa imitación cowboy, estilo retro.
Hay un uso particular de la iluminación. El cuarto permanece un tanto oscuro y el flash no es utilizado, por producir un mal efecto en el reflejo.
El cuerpo se muestra de perfil y no se sabe si mira al espejo o a la cámara al momento de tomar la foto puesto que las gafas impiden ver sus ojos. La toma está hecha horizontalmente.
En este caso lo que podemos observar por el mensaje connotado en el epígrafe es que esta foto ha sido posteada por una persona que es la “novia” del administrador de esta cuenta de fotolog.com.
noviioo te (L) (amo)

hermosura sos rre caniio (:

emm,,sos re qopado

ii emm..sos un divino

bueno te posteea tu novia :$

atte:www.fotolog.com/hei_rubiaa

te (L)

Otro aspecto llamativo de la imagen es el gesto de su cara, tipo “trompita”, que aparece frecuentemente en otras fotos no incluidas en este corpus, pero que de algún modo es un estereotipo más de este tipo de espacio, o de cibercultura.
FOTO E (www.fotolog.com/teamoodaii)
En la fotografía puede verse al sujeto productor de la imagen. Se trata de un adolescente, varón.
En cuanto a su composición podemos observar que en la mitad izquierda se encuentra el cuerpo “emisor” en primer plano y en la mitad derecha el dispositivo en plano detalle. Este último segmento de la fotografía puede haber sido tomado así por tres cuestiones: o bien para disminuir el reflejo del flash, para ocultar parte del espacio del baño o solo por mostrar la cámara fotográfica.
Puede verse en la imagen que la puerta del lugar aparece cerrada, dando la idea de privacidad. En este autorretrato a modo de hipótesis podríamos decir que hay un contraste entre la sonrisa de la imagen de su remera y la cara de “preocupación” del protagonista. Con este registro fotográfico produce un mensaje que no está relacionada directamente con la construcción del propio YO, sino que lo que intenta mostrar se lo quiere demostrar a otro, su novia, quien es la receptora del mensaje, evidenciándose esto por un lado en el nombre del flog y por otro lado en el epígrafe que acompaña la imagen:
LO UNICO QUE TENGO PARA DECIR ES QUE:

TE AMOO DAII,NO ME FALTES..PORQUE SIN
VOS NO SOII NADIEE..(L)(L)

TE AMOO MI VIDAA !!
En este autorretrato, tomado verticalmente, el sujeto se para frente al espejo y lo mira, de alguna manera para mirarla a ella, a su novia.

FOTO F (www.fotolog.com/zelez_47)
Aquí la protagonista es una adolescente. Evidentemente esta imagen forma parte de la construcción de su propio YO. Trata de ocultar la mirada detrás del flequillo y a su vez mantiene cerrados sus ojos. Se encuentra frente al espejo, pero no mira ni la cámara, ni al reflejo de si misma.
La composición de esta fotografía es diagonal. Si la dividimos en dos triángulos rectángulos, en el superior hay mayor presencia del cuerpo de la joven y mitad del dispositivo, la cámara de fotos. Y en el inferior el brazo de la joven, el resto del dispositivo y elementos propios de un cuarto de este tipo. No hay preocupación por ocultarlos, siendo estos, parte de su universo personal, familiar e íntimo.
El cuerpo aparece en un primer plano, de perfil ante el espejo, posando de manera casi estética detrás de la cámara, tapando ésta parte del rostro. Utiliza la propia luz del baño y la no aparición del flash hace que aumente la oscuridad del lugar. En esta fotografía vertical, hay cierta intencionalidad de mostrarse triste y/o preocupada. Podríamos decir que se trata de una crisis adolescente que se manifiesta días posteriores, ya que días posteriores a la publicación de esta foto, aparecen imágenes posteadas en blanco y negro, con una estética que pertenece a la tribu urbana “emo”, con cierta tendencia a lo depresivo y lo oscuro y tétrico. A modo de diario intimo, este autorretrato captura un instante que sin este recurso fotográfico seria irrecuperable para la protagonista.
No podemos dar cuenta de esta crisis más precisamente, puesto que la foto fue retirada por la usuaria.

FOTO G (www.fotolog.com/buenaondaafull)
Esta imagen se trata de lo que podríamos denominar autorretrato grupal. En ella se intenta registrar una salida de tres chicas adolescentes y su compañerismo o amistad. El lugar es el baño de un local de estilo confitería o local bailable, detectable por la presencia al fondo de la imagen de un cartel típico de este tipo de espacios. Se trata de una imagen indicial, que da cuenta del lugar en el que se contextualiza esta toma.
La construcción de esta imagen muestra dos cuerpos de perfil y uno de frente, delante de un espejo. Las primeras serán las receptoras y/o consumidoras al momento que la foto sea publicada, y la segunda, es la productora o emisora, dueña de la cuenta de fotolog.com y responsable del dispositivo, una cámara fotográfica digital en este caso.
Más que una construcción del YO, en esta fotografía se evidencia una homogeneización de las protagonistas. Ello se puede ver en el ocultamiento de sus caras detrás del flequillo de los peinados flogger y de su vestimenta. No se puede identificar con exactitud los rostros de las acompañantes.
En cuanto a la composición, la mitad izquierda está más cargada, puesto que son dos cuerpos los que la ocupan, mientras que en la otra solo hay uno y la puerta de acceso al cuarto, con el “cartel” de baño de caballeros. Lo cual es llamativo y cuesta orientar en que espacio específicamente están ubicadas. Seguramente se trate de los halls compartidos, que suelen tener espejo, y de cuyos extremos se accede a los baños de uno y otro sexo.
Los cuerpos aparecen en plano medio y la cámara se pierde entre ellos. Quien la sostiene mira al espejo, tomando una foto horizontal, ganando mas espacio para compartir con otros.
El epígrafe y un par de comentarios dan cuenta de la relación que existe entre estas jóvenes. Aparece la conocida canción de Alejandro Lerner, “Amigo” bajo la foto. Y un comentario escrito por la misma usuaria añade:
buenaondaafull dijo en 7/10/08 20:28 …
gordas las amoo...si como nadie..xqe son mi todo..xqe sin ustedes no se q haria xqe son esa personas q estan siempre a las q les cuento todo y siempre me entienden..me ayudan y me qieren x sobre todo o es lo q me hac creer jaja..xD
son esas personas q nunca voy a olvidar xqe el lugar q tienen en mi corazon es mui grande
la verdad q sin mucha inspiracion y cansada...:S
igual ya sabn todo..;)
besitos...;)
ah..y est posteo no es solo para ustedes es para todas aqellas personas q tan siempre conmigo...no las nombro xqe cada una sabe lo q es para mii..;)

FOTO H (www.fotolog.com/deliciosamanzana)
En esta fotografía no hay una estética o una construcción cuidada ni buscada. La imagen frente al espejo de la joven da cuenta de lo que podríamos pensar como una interrogación a si misma.
Tiene una mano en su rostro y su mirada no está dirigida ni a la cámara ni al espejo. Se pierde en un punto indeterminado.
La composición de la foto es vertical; pero aparece publicada horizontalmente; y equilibrada. En la mitad izquierda de la imagen, el cuerpo y el mobiliario ocupan gran parte del lugar, y en la derecha, la cámara y el brazo de la protagonista se hacen presentes.
En este autorretrato la pose da cuenta de un repliegue sobre si de la persona que se auto fotografía. Su cuerpo reflejado ante el espejo aparece en un primer plano y el dispositivo material que produce la foto se pierde en el fondo.
Según el epígrafe la foto esta “dedicada” a una persona en particular:
Para Joiii..
Te amoo perra!! Sos muchii$$!!

FOTO I (www.fotolog.com/eeuforia)

En este ejemplo podemos observar a dos chicas, preadolescentes cuya “presentación” se hace a través de un plano medio. La composición en este caso es vertical y a su vez diagonal, pero ha sido publicada horizontalmente. En la mitad izquierda se haya el cuerpo de la emisora y portadora del dispositivo (cámara digital). En el derecho, su amiga, y posterior receptora. A su vez, por debajo de las imágenes, el marco del espejo ocupa un importante lugar y actúa también enmarcando las figuras de los cuerpos.
Por otro lado, hay una diferencia entre las actitudes de las protagonistas. Una con el brazo y otra con el izquierdo, tapan sus rostros, y miran hacia distintos lados, pero no dirigiéndose hacia el frente del espejo. El contraste entre sus ropas, rosa y verde, también las diferencia. Lo mismo ocurre con el peinado: una utiliza flequillo y la otra no.
Hay que tener en cuenta que esta foto fue tomada el 7 de noviembre de 2006, bastante tiempo antes de que esta práctica se convirtiese en una discusión masiva a partir de la proliferación de estos espacios ocupados por jóvenes que participando en este tipo de actividades virtuales, constituyesen un nuevo grupo o tribu urbana. Por lo cual hay ciertas características que podrían bien ser tomadas como precursoras de las actuales estéticas para producir las fotos floggers.
FOTO J (www.fotolog.com/electrofelix)
En esta imagen puede verse la construcción del yo a través del reflejo, el peinado flogger y la vestimenta cuadrillé. El YO aparece en primer plano y el dispositivo en plano detalle. La fotografía aparece horizontalmente, pero fue tomada de forma vertical, donde el triangulo superior lo ocupa la mitad del rostro y el inferior la mitad restante y el dispositivo.
El protagonista dirige la mirada hacia el espejo, es decir, a su propio yo, hacia su reflejo.
FOTO K (www.fotolog.com/fabii_elecctro)
La estética flogger hace que en muchas ocasiones la homogeneidad producida por las poses, vestimenta y corte de pelo, no permitan distinguir específicamente el sexo de la persona que se fotografía. Hay cierta intencionalidad de mostrarse como flogger a través de la ropa, las gafas y el peinado. Principalmente en la vestimenta se hace visible una pauta de consumo, ya que en ella se aprecian las características líneas de una reconocida marca de ropa deportiva.
Se observa un aditamento gráfico a la foto. Se trata de colocar en el extremo inferior derecho, la dirección de flog a quien pertenece esa imagen, autopromocionándose.
Este autorretrato horizontal está dividido en dos mitades: la izquierda en la que se haya el dispositivo que es un teléfono celular, siendo el enunciador zurdo, y a la derecha su cuerpo.
Su pose tocándose el pelo demuestra su interés por la imagen y el reflejo del baño de fondo, no está cuidado. Como otros, hace visible la intimidad propia y la familiar. Su mirada está dirigida al celular
FOTO L (www.fotolog.com/estil0_frank)
La composición de este autorretrato es horizontal, utiliza escala de grises y oculta su rostro detrás de la cámara fotográfica. Quedan visibles sus ojos, su flequillo y su torso.
Además existe un juego cinético entre la disposición de la guarda de los azulejos y las líneas de su ropa.
El personaje mira a la cámara y es así conciente del ocultamiento de su rostro. El espejo es un reflejo pero no lo encuadra o enmarca. Utiliza un plano medio para mostrarse. Su ropa y su flequillo evidencian la característica estética flogger.

FOTO M (www.fotolog.com/gonzausachupin)
El sujeto en este caso intenta mostrarse lookeado estéticamente como flogger y ello esta presente en su peinado y en sus gafas. Si bien es una imagen no casual no hay un interés explicito en no mostrar que se encuentra en el baño de una casa particular. En cuanto a la composición la foto es presentada horizontalmente en plano medio y dividiéndola de manera diagonal, en la parte superior se haya el cuerpo del individuo, y en la inferior, los azulejos.
El espejo actúa como marco de la imagen y el protagonista posa como un modelo. Se mira al espejo, a si mismo. Podríamos afirmar que se trata de un autorretrato de estilo minimalista, y existe una contraposición entre lo blanco, o lo claro, y el negro de su vestimenta, su cabello y las gafas.
Hay una relación cinética entre la guarda y la unión de los azulejos dispuestos en rombo.

Justificación teórica
Según lo expuesto hasta entonces, y ya abordando concretamente el estudio del corpus desde los conceptos otorgados por la semiótica podemos empezar planteando una isotopía. Se trata de un conjunto de categorías semánticas que permiten la lectura uniforme del texto, en donde la coherencia en la lectura se da a partir de la combinación de oposiciones binarias. Por lo tanto la isotopía que planteamos es la siguiente:







LO QUE SOY LO QUE QUIERO MOSTRAR

IMAGEN REFLEJO

Hay una imagen que nos es propia y un reflejo que es nuestra “carta de presentación” ante los demás. Esto lo conseguimos gracias a la construcción de una estética en particular.
Mientras que la isotopía constituye un fenómeno semántico, es decir del significado, hay también un fenómeno pragmático, al que se lo llama: tópicos. Estos, fijan los límites al momento de determinar las interpretaciones de un texto.
En el caso del corpus analizado, los tópicos que han sido planteados son:
 Intimidad contradictoria. El baño como lugar íntimo, que los protege de la mirada familiar, pero que a su vez publican esas fotos en el flog, abierto a millones de usuarios en el mundo.
 El autorretrato como construcción del YO de los sujetos.
 Doble juego, propio de los adolescentes, de mostrarse pero a la vez ocultarse.
 Aparición del dispositivo material en la imagen producida.
 Connotación de la imagen a partir de los epígrafes (contexto de la foto, espacio en el que esta inmersa).
 Homogeneización.
La intimidad es el aspecto más interesante, y lo más explicito a la vez, del corpus. Según el texto de Laura Goszczynski, “Hacia los usos adolescentes del fotolog” muchos jóvenes, la gran mayoría, mantienen estos espacios ocultos a la mirada de los padres, por lo cual el baño es ese refugio en el que pueden gatillar la maquina y reproducir una serie de fotografías con el dispositivo material, pero ajenos a cualquier tipo de vigilancia, resguardando su “intimidad” de este modo. Pero contradictoria y paradójicamente, estas fotos son subidas a estos espacios en donde, accesibles desde cualquier lugar del globo, pueden ser vistos por todo tipo de gente. La autora plantea en este caso una característica propia de estos espacios que es la de ser “mas abiertos” o “mas cerrados”. Los mas abiertos son aquellos en donde el usuario se muestra él, hacia todo el mundo, siendo el destinatario cualquier ser que desee ver su espacio, en cambio los mas cerrados son aquellos en donde el grupo de pares ocupa el lugar central, haciendo referencias a ciertas cosas que solo entre ellos comparten; pero de todas maneras también es accesible a cualquier persona ajena a ese grupo de pares. Por lo tanto, también dice la autora, este público, sería el “gran destinatario de estos espacios”.
Es de esta manera que los jóvenes eligen mostrarse al mundo, de decir “este soy yo”, de construir su YO a partir de estos autorretratos. Por lo cual, eligen de alguno u otro modo, diversas formas de autorretratarse. Tanto desde la estética corporal, a partir de poses, gestos y vestimentas, como de los recursos técnicos, como la disposición de la cámara, el encuadre, la posición de ellos frente al espejo, la utilización o no utilización del flash, etc. Por lo tanto, estas fotos denotan esa construcción de su Yo, de su identidad propia. De este modo y a través de los recursos estéticos y técnicos mencionados, los adolescentes de las fotografías elijen mostrarse ellos, mostrar ciertas cosas de su forma de ser, de su vida, de su sentir, pero a su vez elijen ocultar otras. Tal es ese doble juego de los adolescentes que ya hemos mencionado, de mostrarse pero a su vez ocultarse. Se ocultan de sus padres y se muestran al mundo, pero no muestran todo. Construyen a través de la foto lo que quieren mostrar, como se planteó en la isotropía, es lo que quieren ser, no lo que son. A través pos supuesto de su reflejo en el espejo, y paralelamente en el dispositivo.
La aparición del dispositivo en la imagen no es como sospechamos en un primer momento para lograr un buen encuadre, o ver como se verían en la captura. Si fuese así, el lente del dispositivo enfocaría hacia su cuerpo, y ellos verían en el espejo lo que saldría en la foto, por lo cual el espejo no formaría parte de la imagen. De esto se desprende que hay una intención de que éste aparezca, ya que fotografían su reflejo, no a ellos mismos. Esto se debe a que para los adolescentes el espejo es, como todos lo sienten a esa edad, aquel elemento en donde pasan mucho tiempo observándose, arreglándose, gustándose, o reprochando su apariencia, etc. Por lo cual este elemento cotidiano para todos, pasa a ser una parte importante de su YO, es lo que le devuelve la imagen de “lo que soy” y en el cual construyen “lo que quiero mostrar”, es decir “como quiero que me vean”. Sacan la foto de lo que quieren mostrar de si mismos, al momento de estar construyendo eso que se quiere mostrar. Fotografiando el espejo también están mostrando el baño (o parte de él), su intimidad, su privacidad, que por supuesto forma parte de “lo que soy” pero a su vez también se convierte en “lo que quiero mostrar” gracias a la captura de la imagen en el espejo, que posibilita a los protagonistas mostrarse ellos y “su mundo”: EL ESPEJO, EL BAÑO y ÉL. Hay aquí, podríamos decir, un Narcisismo evidente, ya que al igual que el clásico personaje de la mitología griega, hay una gran fascinación por la propia imagen, por mirarse al espejo, por fotografiarse.
Como se ha podido ir observando hasta aquí en el análisis que hemos estado llevando a cabo, estos espacios son puramente auto referenciales. Entre sus objetivos esta la construcción del Yo del individuo, la auto promoción, y el registro de etapas, a modo de “diario íntimo no tan íntimo”. Esto quiere decir que, se puede ver en todos los fotologs a modo de calendario, las fotos postedas por los usuarios día a día, según el año, lo cual permite a quien observa conocer la cotidianeidad de los floggers y sus actividades, cambios de actitudes, estados de animo, etc. Otro de los objetivos observados es transmitir un mensaje en particular, específico. Tal es el caso del fotolog “E” en donde, desde el nombre del fotolog, los epígrafes de la foto, y los comentarios, connotan que este espacio tiene como fin transmitir un mensaje específico: el usuario le dice a su “novia” cuanto la ama.
Sin duda, estos sitios de la Web igualmente sirven como lugares virtuales de “encuentro”, para compartir un espacio común, buscar nuevos “amigos”, virtuales o “reales”, y además como un simple pasatiempo.
Tan masivamente está extendido este tipo de sitios, que como ya dijimos han sido “ocupados” por diversidad de tribus urbanas que los utilizan como modo de expresión, de contacto y de búsqueda de adeptos. En efecto, ha ido produciéndose una homogeneización entre los jóvenes. Al imponerse el uso de estéticas y de medios como los flogs, se ha caído en el uso masivo de estos y en su rápida adopción por parte de los jóvenes, que en consecuencia han llevado a que gran parte de los jóvenes de hoy se vistan igual, se comporten igual, concurran a los mismos sitios y realicen las mismas actividades. Por lo cual si la intención primera de los jóvenes era utilizar estos espacios como modo de diferenciarse, el efecto ha sido el contrario, ya que de alguna u otra manera no son “los únicos”, y a partir de esta homogeneización y masificación cada vez se está naturalizando mas y dejando de ser “novedoso”.
Para cerrar, retomemos el análisis sobre las fotografías en si mismas. Para Lorenzo Vilches, la fotografía y ninguna imagen, son un “espejo virgen” debido a que ya está previamente en él la imagen del espectador. Esas imágenes en la cultura de masas se transmiten como textos, por lo tanto pueden ser leídas. Para considerar una fotografía como texto el autor reconoce:
 Debe comunicar algo,
 Posee “lector modelo” que esta incluido en la imagen y se reconstruye en la lectura,
 Posee un “autor”,
 Exhibe un dispositivo retórico reconocible,
 Es una unidad globalizante e intertextual,
 Y corresponde a un código.
En el caso de nuestro corpus, estas fotos tienen algo que comunicar: “este soy yo” y poseen un lector modelo, que es el gran público de la Web en definitiva, aunque el código que a veces prima en el espacio sea mas apuntando hacia los pares. Los autores (que en este caso son los dueños del flog) apuntan a exhibir una construcción de si mismos a partir de lo que son. Algunas contienen reminiscencia a otros textos, ya que añadiendo a la foto la dirección Web remiten a que en ese espacio hay mas fotografías. Y como ya mencionamos, posee un código que si bien puede ser el flog leído por todos los usuarios de la Internet, hay muchos contenidos que solo pueden captar, al menos de inmediato, aquellos que también comparten ese código. Esto se evidencia en muchos de los comentarios que aparecen al pie de la foto, en donde se pueden observar palabras propias al uso de ese espacio que solo aquellos que se mueven dentro de él pueden comprender.
Por último podríamos también tomar para el análisis final del corpus la clasificación de SIGNO que hace el semiólogo Charles Sanders Peirce. Si consideramos el concepto de ICONO (signo que se relaciona con su objeto por razones de semejanza); una fotografía puede ser considerada como tal. Se parece a un objeto, es decir la foto se parece a la persona que fue fotografiada. Pero no es la persona. Obviamente las fotos de nuestro corpus no escapan a ello.
En el caso de INDICE (signo que se conecta directamente con su objeto. Es un indicativo que remite a alguna cosa para señalarla), las fotografías son claramente clasificables también dentro de este tipo de signos. La foto señala al individuo, dice “este soy yo”, “así soy yo”, “así deben verme”.
Finalmente, están los SIMBOLOS (signo simplemente arbitrario, cuyo significado esta establecido por convención).Si consideramos el mundo actual en el que vivimos, estas fotos son símbolo de la necesidad de los individuos de hacerse conocer, de pretender ser alguien a partir de mostrarse hacia el mundo. Simbolizan básicamente el mito de que para ser alguien debes ser conocido y famoso, creyendo que la fama llega tan solo con mostrarse. El título de nuestro trabajo, “Me muestro, luego existo”, nos pareció lo mas ilustrativo para justificar esta afirmación.


Conclusión


Nuestro trabajo pretendía establecer un análisis semiológico sobre un corpus de fotos seleccionado en base a una regularidad encontrada en diversidad de fotologs: el sujeto frente al espejo fotografiándose. A partir de considerar los aspectos que Vilches adjudica a la foto como texto, hemos pretendido hacer de este corpus una lectura que abarque esos aspectos. Según lo que hemos estado desarrollando podemos sacar diversas conclusiones.
En primer lugar, los jóvenes presentan una ambigüedad entre lo público y lo privado. Esto radica en que necesitan de la privacidad del baño para mantenerse lejos de la mirada de sus padres o tutores; pero a su vez precisan ser vistos, hacerse notar, “me muestro, luego existo”. Todo esto contribuye a que estos jóvenes construyan su YO, su identidad, y la posibilidad que estas plataformas como los fotologs dan a los adolescentes de subir sus fotos y darse a conocer al mundo son el medio que para dar a conocer “lo que quiero mostrar”, para ser vistos de determinada manera por el OTRO, el público receptor. La peculiaridad en este caso es que no sienten inhibición a mostrarse al mundo pero se resisten a que sus padres vean ese espacio, que invadan su lugar privado, su intimidad.
En segundo lugar, la manera en que estos jóvenes eligen retratarse a si mismos y luego mostrarse también es determinante en la construcción del YO. La estética corporal a la hora de fotografiarse es una de esas maneras. La elección de vestuarios, peinados, poses y actitudes ante la cámara son intentos de dar a conocer lo que de si mismos quieren mostrar y la manera en que quieren ser vistos. También los encuadres y otros recursos técnicos tienen una significación a la hora de tomar la fotografía. Allí deciden que quieren mostrar del contexto en el que se fotografían, en este caso, el baño.
En tercer lugar, hay en los adolescentes una actitud que podría ser contradictoria. Una especie de juego en el que el joven se muestra pero no se muestra. Elige lo que quiere mostrar al mundo, pero no muestra todo. Solo da a conocer del “lo que soy” aquello que le sirve para el “lo que quiero ser” y el “como quiero ser visto”.
En cuarto lugar, el dispositivo material que produce la foto, aparece en la imagen. Esto no es por mero capricho sino que tiene una funcionalidad específica. Siendo el espejo un elemento fundamental en la vida de todo adolescente, ellos eligen mostrarlo debido a que es el objeto en el cual “se construyen a si mismos” para la foto y para mostrarse según como quieren ser vistos, a partir de verse reflejados como “lo que soy”. Además fotografiando el espejo están fotografiándose a si mismos en su contexto, el baño, que como ya mencionamos también elige ser mostrado en función de lo que quieren mostrar para ser vistos de un determinado modo.
En quinto lugar, las imágenes en la trama del flog adquieren connotación a partir de todo lo que los rodea: epígrafes, comentarios, títulos, etc. A través de todos estos elementos se puede observar estados de ánimo del usuario, conocer más de su circulo y sus actividades, constituyendo esto un espacio exclusivamente autorreferencial cuyos objetivos van desde mostrarse a si mismos, conseguir amistades, hasta dar un mensaje determinado y pasar el tiempo.
Por último, debido a la masificación de esta tendencia a mostrarse en estos tipos de espacios como forma de autopromoción, de construcción del YO del sujeto y como manera de “diferenciarse” del común de la sociedad, se ha llegado a una naturalización de esta práctica, de manera que hoy se ve comportamientos y estéticas similares en muchos jóvenes. Esto resulta entonces contraproducente, en el sentido que lejos de individualizarse, los sujetos están inmersos en una homogeneización, por lo cual se pierde toda la “novedad” y deja de ser algo diferencial.
Para dar cierre a este trabajo de análisis podemos concluir que nuestra hipótesis inicial ha sido confirmada: el adolescente tiene una natural necesidad de construirse a si mismo, de construir su YO y su identidad, y los fotologs han sido los medios con los que los jóvenes de esta época eligen construirse, a través de mostrarse al mundo a partir de la publicación de fotos de si mismos, autoreferenciales, en las cuales eligen destacar ciertos elementos y ocultar otros y así reafirmar la forma en que quieren ser vistos.
Pero al igual que Narciso que se embelezó con su reflejo en el lago y tratando de besarse cayo al agua y se ahogó, estos jóvenes fascinados con la imagen, o mejor dicho con su imagen producida, terminan ahogados, perdidos en ese océano de homogeneidad, y al fin de cuentas desaparecen, Pasan a ser parte indistinguible del océano virtual, y al fin de cuenta no logran la diferenciación tan ansiada.


AUTORES: LAURSEN, Alan, VASQUEZ, María Florencia.

PRIMERA ENTREGA- LA MIRADA MAS INTIMA...( SUBGÉNEROS DEL BLOG)



EL OJO: FRAGMENTO DE UNA REALIDAD

“(...) se va articulando un espacio inédito de sujetos
expuestos, de fragmentos de existencia
superpuestos, una galaxia comunicativa
en la que lo público, lo privado y lo íntimo
se entremezclan en la red de redes(...)”
Urresti, 2008, 58

Un corpus fotográfico implica un sistema de relaciones establecido, en este caso, desde de una correlación de imágenes que exhiben una realidad social de los jóvenes a partir de su relación directa con Internet, y las posibilidades que este espacio tecnológico les brinda. Así, estas fotos de ojos publicadas periódicamente en diversos fotologs permiten distinguir un patrón similar entre los jóvenes al elegir mostrar parte de sí mismos para postear como una identificación general: la formación de la persona –y el desarrollo de su personalidad– a partir de fragmentos.
Estas imágenes fueron seleccionadas –y no otras- porque, a partir de un análisis riguroso, es posible observar en cada una de ellas el desarrollo de una personalidad única y diferente al resto, es decir, un ojo de un color, en una posición, con una luminosidad única; pero que a la vez implica un patrón común a partir del cual un grupo de jóvenes se muestran a la realidad y logran identificarse desde la exposición de una parte del cuerpo fragmentado: el ojo.
De esta manera, es posible determinar un eje de análisis específico que implica la percepción de los ojos como un fragmento de la identidad de cada joven, y a la vez como la presentación de lo más íntimo del cuerpo, de lo que no se ve directamente, de la mirada intangible, de los que los hace únicos pero a la vez los transforma en una masa homogénea de “ojos”.
A continuación, entonces, es posible establecer una hipótesis, determinando que las fotos del corpus son una manera de mostrar una realidad juvenil paradójica: mientras que cada ojo es único y diferente al resto, todo el corpus implica una sumatoria de ojos. Es decir que, cuando cada joven es particular y único, a la vez la realidad del fotolog implica la homogeneización social de varios jóvenes bajo una tendencia especial: postear fotos.
La fragmentación del cuerpo implica la exposición de una personalidad que se arma a través de diferentes fotos, o que, como en este caso, se muestra y desarrolla a partir de solo una parte del cuerpo: el ojo. Pero el ojo no es una parte más, sino que es el lugar por el cual los jóvenes miran y a través del cual son mirados. Cada foto muestra un ojo diferente que explicita un nivel de intimidad y de presentación de los jóvenes a partir del cual deciden mostrarse a la realidad.
EL TÓPICO: EL OJO

Una de las maneras de poder presentar claramente el tópico de un corpus fotográfico es a través de las isotopías. Mientras el tópico fija los límites al determinar las interpretaciones de un texto, la isotopía es un conjunto de categorías semánticas que permiten una lectura uniforme del texto. Así, “La función de las isotopías es la de facilitar la interpretación de los discursos o de los textos; de hecho, cada una de ellas detecta un contexto de referencia común a varias palabras, que no derive de sus significados específicos” (www.tlab.it).
De esta manera, podemos considerar en principio que el tópico del corpus fotográfico seleccionado es la imagen o la fotografía del ojo. A continuación, es posible determinar las siguientes isotopías: el reflejo de la realidad en los ojos implicando su relación con el contexto social, el ojo solo como una entidad aparte de su realidad espaciotemporal, el ojo como parte de una comunidad homogénea que se identifica a partir de la misma parte del cuerpo y, por último, la fragmentación del cuerpo mostrando sólo una parte del total.
De esta manera podemos estructurar estas isotopías a través de pares dicotómicos en el siguiente esquema:
El ojo

Lo real reflejado El ojo aislado




El ojo como El cuerpo
parte de un todo fragmentado

así, el ojo aislado en una foto deja de mostrar lo real y unificado para ser parte de una fragmentación virtual y ficticia del cuerpo. Además, lo real reflejado en el ojo permite mostrar al ojo como parte de un cuerpo, una comunidad, contraponiéndose a la unicidad y singularidad que implica la fragmentación y aislamiento del ojo.
Trasladando estas relaciones a la realidad social de los jóvenes que postean las imágenes de sus ojos en el fotolog, podemos considerar que este proceso muestra una continua tensión entre lo singular y único de cada ojo particular, por un lado, y la homogeneización de todos los jóvenes en una comunidad virtual donde se identifican a partir del mismo tópico, por el otro. Inclusive, lo real y lo ficticio se contraponen entre lo que muestra la mirada y lo que el productor de la imagen desea mostrar –y no mostrar- de sí mismo. A partir de este análisis, podemos crear un nuevo esquema de relaciones dicotómicas construyendo nuevas isotopías:
El posteo de imágenes

Comunidad Singularidad
Y unicidad personal



Lo real Lo ficticio

Finalmente en este contexto es posible definir además otro par de conceptos dicotómicos: lo público y lo privado. Lo privado hace referencia a la presentación de los jóvenes a partir de lo más íntimo de cada uno, reflejado claramente en el posteo de las imágenes de los ojos, donde las miradas implican lo que los jóvenes ven del mundo y cómo lo hacen y, además, la manera en que piensan ese mundo y se presentan a esa realidad: mediante una fragmentación continua que les permite convertirse en un todo comunitario.
En cuanto a lo público, la massmediatización de Internet implica que el fotolog de cada joven y las imágenes sea observadas, criticadas y analizadas por miles de personas diariamente, llegando simultáneamente a todos los confines del mundo y requiriendo sólo una exigencia: poder mirar; tanto lo que se muestra directamente como lo que se encuentra escondido entre líneas de cada imagen.

EL OJO COMO SIGNO

La semiótica es un conjunto de conceptos y operaciones destinado a explicar cómo y por qué un determinado fenómeno inmerso en un específico contexto social adquiere una significación y la manera en que ésta es comunicada. La semiótica de la imagen implica el análisis de las imágenes como, por un lado, una forma de comunicación, y por el otro, un lenguaje o representación que tiene sus propios códigos de emisión, producción y comprensión.
Según Umberto Eco (1994) un signo es cultural, social, histórico, e implica una convencionalidad, es decir, un acuerdo de sentido de los signos socialmente construidos. “Hay un signo cuando, por convención previa, cualquier señal está instituida por un código como significante de un significado” (168). Por su parte, Roland Barthes considera que “Un signo es lo que se repite. Sin repetición no hay signo, ya que no se le podría reconocer, y el reconocimiento es lo que fundamenta el signo” (en Joly, 2002:264).
Por otro lado, Charles Sanders Peirce considera que la función del signo es la de “(...) ser algo que está en lugar de otra cosa bajo algún aspecto o capacidad. El signo es una representación por la cual alguien puede mentalmente remitirse a un objeto” (Zecchetto, 2005:57). El signo o representamen crea en la mente de quien se dirige un signo equivalente. Es decir que, en el caso del corpus fotográfico seleccionado, las imágenes de los ojos provoca en quienes las miran su relación directa con los ojos elegidos para ser fotografiados.
Así, Peirce determina que existen tres clases de signos sumamente interrelacionados: los iconos, los índices y los símbolos. En cuanto a los iconos, Peirce explica “(...) que sirven para transmitir ideas de las cosas que representan simplemente imitándolas” (1999:2); es decir, determinando una semejanza. En segundo lugar, “(...) hay indicaciones o índices; que muestran algo sobre las cosas por estar físicamente conectadas con ellas (...)” (Peirce, 1999:2 y 3). Finalmente, los símbolos se relacionan directamente con su significado por el uso.
De esta manera, es pertinente observar, en la función de icono, que las fotografías de los ojos pretenden realizar una similitud entre el ojo como órgano de la vista en el humano, y el resultado de la puesta en escena del dispositivo fotográfico.
Por otro lado, cada foto es un índice cuando logramos ver que estas fotos indican que previamente se llevó a cabo el proceso tecnológico que permitió que esta fotografía fuera tomada. También, las imágenes de los ojos significan que previo a tomar la fotografía el sujeto eligió una perspectiva y una manera mediante la cual sacar la fotografía.
Por último, podemos considerar que estas fotos son símbolos porque dejan leer que a partir de estas imágenes es como se muestra la persona o como eligió expresarse a través del fotolog. Como lo explica Urresti, son maneras que los adolescentes “(...) eligen para presentarse abiertamente a los demás e iniciar contactos y citas” (2008:60).
Goszczynski, al analizar el rol de los fotologs o flogs en la comunidad de los jóvenes, explica que “En medio del gran despliegue de signos, la imagen del propio cuerpo es fundamental” (2008:135). Además, agrega que la mirada es primordial porque es la encargada directa de decodificar la manera en que los adolescentes se presentan a sí mismos.

EL OJO COMO IMAGEN, COMO SENTIDO Y COMO TEXTO

En el análisis fotográfico es posible encontrar tres herramientas conceptuales que permiten entender y explorar el signo fotográfico. En principio se encuentra el estatuto material, que hace referencia al estudio de la imagen fotográfica a partir de su dispositivo material. Para esto, Schaeffer considera que hay que establecer el arché de la fotografía, es decir, el principio primario de la fotografía, que es la impresión resultante de una gama de técnicas físicas, químicas y tecnológicas. De esta manera, la imagen fotográfica se convierte en una impresión química. Claramente, cada foto que se encuentra en este corpus es resultante de estas relaciones y derivan en su publicación en un espacio virtual.
El principio de la impresión fotográfica se ve limitado por sus posibilidades materiales, dándole espacio al segundo estatuto del signo fotográfico: el semiótico. En este punto, Peirce en el texto ¿Qué es un signo? (1894) señala que las fotografías en ciertos aspectos son como los objetos que representan. Sin embargo, “(...) este parecido es debido a que las fotografías están físicamente obligadas a corresponder punto por punto a la naturaleza” (3). De esta manera concluye que las fotografías no son íconos semejantes a la realidad, sino que pertenecen a la clase de signos denominados índices, por la conexión física entre el acto de tomar una fotografía y la fotografía como impresión química, o, en este caso, imagen digital publicada en Internet.
Por su lado, Schaeffer explica que el signo fotográfico está constantemente caracterizado por una tensión entre su presencia icónica y su función indicial. Así, define a la fotografía cono icono indicial, dado que es icono en tanto parece reproducir lo real mediante la semejanza; y es índice a raíz de su relación con la realidad. Así, podemos considerar que las fotos del corpus fotográfico son iconos en tanto parecen reproducir los ojos de los jóvenes fotografiados; y son índices cuando percibimos que mantienen una relación con el dispositivo fotográfico material .
Finalmente, Lorenzo Vilches (1983) desarrolla la consideración de la fotografía como texto. De esta manera, la fotografía es una unidad icónica a la que puede atribuirse un sentido unitario y “(...) que se manifiesta como un todo estructurado e indivisible de significación que puede ser actualizado por un lector o destinatario” (39). Además, agrega que las imágenes “(...) se transmiten en forma de textos culturales que contienen un mundo real o posible, incluyendo la propia imagen del espectador” (9). De esta manera, podemos reconocer que el corpus de fotos seleccionado funciona como texto porque contiene información del mundo real –los detalles faciales de los jóvenes- y porque, como lo determina Vilches, comunican algo, poseen un lector modelo, tienen un autor, reciben un dispositivo retórico reconocible, corresponden a un código y son una unidad globalizante e intertextual.

EL OJO: UNA HUELLA DEL PASADO
“Lo que las fotografías ponen
inmediatamente al alcance no es
la realidad, sino las imágenes”
Sontag, 2006, 231

En su libro El acto fotográfico. De la Representación a la Recepción (1986) Philippe Dubois explica que la fotografía es, ante todo, una imagen-acto, es decir, un verdadero acto icónico en si misma. Así, considera que la fotografía ya no es solo una imagen producida por un acto, y aclara que “(...) la separación tradicional entre el producto (el mensaje acabado) y el proceso (el acto generador realizándose) ya no es aquí pertinente” (1986:54).
Además, Dubois agrega que la fotografía es por naturaleza un objeto pragmático, al ser inseparable de su situación referencial. Por otro lado, considera que la fotografía en su aspecto elemental es una huella luminosa, un rastro de lo real. A partir de esta última consideración, Dubois establece que la huella fotográfica contiene tres principios generales: la singularidad, el atestiguamiento y la designación.
De esta manera, explica que al ser la imagen fotográfica la huella física de un objeto real, implica necesariamente el hecho de ser una imagen única, singular, porque, además, “(...) no remite sino a un solo referente, el «suyo», el mismo que la ha causado” (Dubois, 1986:65). Si trasladamos este primer principio al corpus fotográfico, es posible establecer que cada imagen es la huella o el rastro de un ojo y una mirada única, que, inclusive, muestra el perfil de una persona diferente y singular en cada fotografía.
En segundo lugar, el hecho de que la imagen sea la huella fotográfica de un referente único implica que la fotografía solo puede remitir a la existencia del objeto del cual procede, al atestiguamiento de la existencia de lo que da a ver. Así, las fotografías del corpus son testimonio del acto fotográfico llevado a cabo en un tiempo-espacio determinado, y son testigos de una realidad única y singular.
Finalmente, Dubois considera que la huella fotográfica tiene un último principio: el de designación. Así, “La huella indicial, por naturaleza, no sólo atestigua, sino, más dinámicamente aún, designa. Ella señala (...). Ella muestra con el dedo” (1986:69). Y concluye diciendo que su único sentido puede llegar a ser, precisamente, indicar, mostrando su relación con una situación referencial. De esta manera, podemos declarar que cada imagen del corpus fotográfico hace referencia solamente a una única realidad, señalando un punto claro: el ojo de cada joven como una manera en que los floggers eligen para presentarse en este mundo virtual.

LA MIRADA LITERAL Y LA MIRADA SIMBÓLICA

Roland Barthes considera que la fotografía transmite la esencia en sí de la realidad, es decir, lo real literal, lo real pero no tal cual es, sino que previamente codificado. Así, establece que “(...) la imagen no es real, pero, al menos, es el analogon perfecto de la realidad (...)” (1977:13). En La cámara lúcida. Nota sobre la fotografía (2005) escribió: “Lo que la fotografía reproduce al infinito únicamente ha tenido lugar una sola vez: la Fotografía repite mecánicamente lo que nunca más podrá repetirse existencialmente” (28 y 29).
Así, explica que la imagen fotográfica contiene tres tipos de mensajes: un mensaje lingüístico , un mensaje denotado y un mensaje connotado. El segundo mensaje, la denotación, es determinado por la presentación de la fotografía como análogo mecánico de lo real. La imagen denotada implica lo literal y es codificado, perceptivo. De esta manera, los ojos fotografiados del corpus son la equivalencia establecida en una fotografía de los ojos reales.
Por otro lado, la connotación, según Barthes, no es captable directamente a través del mensaje, sino que se la encuentra a partir de los niveles de producción y recepción del mensaje. Así, esta imposición de un segundo sentido al mensaje fotográfico se elabora a partir de varios niveles de producción de la imagen: el trucaje, la pose, los objetos, la fotogenia, el esteticismo y la sintaxis. Los signos de la imagen connotada, o simbólica, provienen de un código cultural. La connotación de la imagen permite leer una fotografía de diferentes maneras a partir de los diversos individuos y los saberes que ellos contienen.
En el caso de los objetos, es posible destacar que los ojos del corpus fotográfico funcionan de esta manera porque “(...) son inductores habituales de asociaciones de ideas (...)” (Barthes, 1977:18), o, más precisamente, son auténticos símbolos porque implica un sentido determinado. Llevando esto a las imágenes, los ojos-objetos nos hacen pensar que son la fragmentación de un cuerpo, que son la manera en que los jóvenes ven la realidad y se hacen ver por el mundo.
Por otro lado, el corpus fotográfico seleccionado posee un sentido interno más allá de la imagen literal, dado que los ojos escogidos implican la presentación personal de cada persona que posteó la fotografía. De esta manera, es posible encontrar que estas imágenes muestran una parte sensible del cuerpo humano que a la vez esconde lo más íntimo de los jóvenes: la mirada. La mirada como punto de vista de, como dice Barthes, el Operator (que se utiliza a sí mismo y a su cuerpo como Spectrum) sobre la realidad que nosotros recibimos mediante las fotos y que a partir de nuestro saberes y de que “estamos mirando a quien nos mira” logramos reconfigurar.
Además, es posible encontrar en estas fotos la presentación de cada joven en un espacio donde las relaciones sociales se llevan a cabo a partir de la presentación de las fotografías. Pero este perfil que percibimos a través las fotos no es completo, en la medida en que las imágenes son fragmentos de una identidad, son sólo una parte ínfima pero a la vez única de todo el cuerpo. Es como que si cada ojo implicara la carta de presentación a conocer el resto del cuerpo y, de esta manera, de la persona.
El color de cada ojo y la “pose” de cada mirada muestran diferentes personas que eligieron presentarse al mundo a través de la misma parte del rostro. Inclusive, el reflejo en los ojos de lo que hay más allá de lo que nosotros podemos ver, implica realidades diferentes que se homogenizan en un conjunto de simples ojos humanos.

RETÓRICA DE LA “MIRADA”

En el análisis de las fotografías, Barthes analiza la retórica de la imagen a partir de las consideraciones de Hjelmslev en cuanto a los planos de la expresión y del contenido del lenguaje. De esta manera, en principio Barthes considera a la ideología como el campo común de los significados de connotación generales, globales y difusos. Además, dicho semiólogo asume que la ideología siempre es única para una sociedad y una historia dadas.
Así, “A la ideología general corresponden, en efecto, significantes de connotación que se especifican según la sustancia elegida” (Barthes, 1972). Los significantes de la connotación son los connotadores, y están formados por signos -significantes y significados- del sistema denotado. A continuación, Barthes denomina retórica al conjunto de connotadores, produciendo esto que el significante de la ideología sea precisamente la retórica. Para ser más específicos, Barthes explica que la retórica surge “(...) como la cara significante de la ideología, ‘el mensaje denotado’ que naturaliza el mensaje connotado” (en Joly, 2002:268). Así llega a la retórica de la imagen, diciendo que “(...) es específica en la medida en que está sometida a las exigencias físicas de la visión (...)” (1972) y considerándola como la articulación de lo denotado y lo connotado.
A partir de esta perspectiva es como se puede analizar el corpus fotográfico articulando lo denotado y lo connotado, teniendo claramente en cuenta que esto último implica un sentido y una ideología especial para cada caso. Así, cada ojo de las fotos involucra una concepción de la realidad diferente y un punto de vista único que son percibidos a partir de los ojos, de las miradas y de los reflejos de la realidad que se perfilan en los iris y las pupilas.

EL PUNTAZO Y EL REFLEJO

Barthes, al analizar la fotografía, marca un elemento fundamental que hacía que él tuviese un interés especial en la foto: el punctum. Así, define al punctum como el elemento de la fotografía que perturba el studium provocando un flechazo o puntazo en el receptor. Es el detalle que provoca que el centro de la fotografía deje de ser lo que el fotógrafo puso intencionalmente y pase a ser lo que descubre el espectador. El punctum logra que la fotografía deje de ser cualquier imagen, otra más en el montón; “(...) el punctum: tanto si se distingue como si no, es un suplemento: es lo que añado en la foto y que sin embargo está ya en ella” (Barthes, 2005:92).
Jacques Derrida, analizando a Barthes en Poétique (1981), considera que “(...) el punctum está fuera del campo y fuera del código. Lugar de la singularidad irreemplazable y de lo referencial único, el punctum irradia (...). Este singular que no está en ninguna parte del campo, helo aquí que moviliza todo y por todas partes, se pluraliza” (Derrida en Dubois, 1986:73).
De esta manera, en el corpus fotográfico existe, en general, un punctum específico: el reflejo de las luces y la realidad de producción de la imagen en las pupilas y los iris de los ojos fotografiados; cuando posiblemente el objetivo del fotógrafo haya sido el de impactar con la mirada o con un color particular del iris. Así, en estas imágenes el reflejo en las miradas hace que se pierda el centro de atención preestablecido para concentrarnos en lo que se encuentra más allá de la imagen en sí misma, de la realidad vivida en el momento en que se tomo la fotografía.
El punctum hace que uno tenga el deseo innato de conocer lo que se encuentra más allá del ojo, de encontrar la totalidad corporal del Spectrum, lo que siente y percibe de la realidad, lo real del momento en que fue tomada la fotografía. Además, a partir de este detalle, de este puntazo, uno se acuerda de la imagen, es decir que, sin mirarla, recuerda como está formada la fotografía.
En ese deseo de ver lo real más allá del ojo aislado lo muestra como fragmento de una realidad y un contexto que eligió ese ojo como la perspectiva presentable. Sin embargo, el punctum, lo real reflejado, hace que se vea que después de ese ojo hay un más allá, hay una historia y una persona a ser descubiertas a partir de un fracción del cuerpo humano.
En el caso de la imagen 1), es muy claro que detrás –o más precisamente delante- de ese ojo de perfil se encuentra una persona y un espacio abierto. Esto nos informa, indirectamente, del contexto en que fue tomado la imagen, y provoca que el centro de interés no sea toda la imagen, sino la realidad escondida en esa mirada. Mientras tanto, en el resto de las imágenes el trasfondo no es tan preciso, aunque en varias de ellas se ve algo más que simplemente una luz blanca.

MUCHO MÁS QUE AMOR A PRIMERA VISTA

Laura Goszczynski explica que los flogs sirven a los jóvenes para presentarse a sí mismos hacia sus pares y a la vez interactuar con ellos. De esta manera, las fotografías funcionan como el prólogo de un libro donde se ve el perfil y el objetivo de quien escribe, por lo cual las imágenes son lo que uno logra saber de esa persona que, precisamente, sólo conocemos a través de las fotografías.
El flog funciona “(...) como una vía para manifestar la propia identidad, y a la vez, fijar una pertenencia grupal” (Goszczynski, 2008:128). Así, las fotografías del corpus muestran ojos de diferentes colores y formas, vistos desde varias perspectivas, que reflejan realidades únicas; pero a la vez provocan la identificación de varios jóvenes al presentarse a partir de un fragmento del cuerpo: el ojo.
Además, las fotos de los fotologs muestran la suprema intimidad corporal de los jóvenes que las postean, provocando un hecho sumamente particular: “(...) las categorías de lo público y lo privado sucumben ante la irrupción de lo íntimo exacerbado(...)” (Urresti, 2008:58). Así, los ojos del corpus exponen lo más oculto y privado del posteador, porque a través de la mirada es como se logra identificar, muchas veces, lo que siente la persona. Inclusive, la mirada es fundamental porque es la que percibe la presentación del posteador ante los otros, y el hecho de que quienes postean elijan presentarse a través de sus propias miradas implica que a través de los ojos podamos ver la manera en que ellos ven. Su mirada nos interpela, nos dicen la manera en que nosotros debemos mirarlos y reconocerlos.
Urresti detalla que existen tres causas fundamentales a partir de las cuales los jóvenes se atreven a publicar sus mayores intimidades en un medio sumamente mediatizado como lo es Internet. Así, en primer lugar, considera que los adolescentes “(...) son hijos de una cultura mucho más permisiva respecto de la sexualidad que aquella que vivieron las generaciones anteriores,(...)” (2008:57). En segundo lugar, su rol de adolescentes que se abren a los mundos del amor, la sexualidad y la seducción hace que lleguen a la apertura pública de lo más íntimo. Y por último hace referencia a la suprema presencia en la actualidad del sujeto-ego como punto y principio de toda situación y realidad.
Pero la exacerbación de la intimidad no es aleatoria y sin sentido, sino que, como lo explica Urresti, permite el encuentro entre jóvenes y, de esta manera, la estructuración de una comunidad virtual que comparten gustos y tópicos específicos. Esto permite que en los fotologs surjan los links y los favoritos como espacios del flog donde los floggers eligen a sus contactos preferidos.
Así, en el caso del corpus de los ojos, uno de los fotologs llamado eyesxobsession me permitió derivar, a través de los flogs favoritos, a los otros dos donde también se postean imágenes de ojos: uno denominado eye y el otro manos_ojos_bocas. Los tres espacios provienen de la página www.fotolog.com. Estas especificaciones ejemplifican claramente la formación de redes sociales no sólo en el espacio virtual llamado Internet, sino también en el microespacio de los fotologs, que por medio de la invitación y la aceptación van estrechando estos lazos comunitarios.
En resumidas palabras, las fotografías del corpus son la presentación de cada joven en esta comunidad massmediatizada y sin límites reconocibles que hace que cada uno sea conocido a partir de lo que su mirada refleja y muestra/ esconde. Además, el ojo como fragmento de un todo corporal, de un corpus, presenta a los jóvenes como una parte de una masa de personas que postean fotografías similares pero que, a la vez, se identifican individualmente con sus imágenes.

lA VENTANA HACIA MÁS LO ÍNTIMO

Podemos considerar, de esta manera, que la imagen del ojo como presentación de una persona y como fragmentación del cuerpo implica una considerable sucesión de análisis socioculturales para poder entender lo que se encuentra más allá de lo literal en estas fotografías.
Así, mediante Peirce y Schaeffer, entre otros, determinamos que estas fotografías son mucho más que simples imágenes, porque también mantienen una relación indicial e icónica con el contexto de producción, dado que a partir de ellas es posible pensar el proceso de construcción de la imagen y su relación directa con aquello a lo que se asemeja: el ojo humano.
Además, Barthes nos permitió entender también que estos ojos no son sólo semejanza de una realidad corporal y tangible, sino que pueden ser analizados connotativamente para poder vislumbrar un entramado social específico, como lo es, en este caso, el contacto entre jóvenes a partir del posteo de fotos en un espacio virtual. Inclusive, el detalle llamativo de cada imagen no es el mismo para cada observador ni, en muchos casos, el que el fotógrafo pretendió como su punctum.
Dubois nos permitió ver que cada fotografía es única, que cada imagen es testigo de una sola realidad que a la vez otras imágenes no podrían mostrar, y que el corpus fotográfico seleccionado nos señala a los ojos y las miradas como punto de partida de los jóvenes para ser conocidos –e inclusive reconocidos- en esta comunidad virtual.
Finalmente, es posible entender la relación de estas imágenes con el mundo de los fotologs a partir de los estudios de Urresti y Goszczynski, para poder comprender así que estos ojos no son simplemente “estos ojos”, sino que además reflejan una realidad única de cada joven que a la vez los hace agruparse como un todo homogéneo en un espacio de Internet que les permite comunicarse entre ellos y compartir las maneras de vivir, de ser y de entender y ver al mundo.
Entonces podemos decir que este método juvenil de presentarse a la realidad a través de la fragmentación de sus cuerpos, y sobre todo, a través de lo que muestran sus ojos, nos permite entender que a cada instante nos muestran lo más íntimo de su propio ser. Además, cada ojo es singular, hasta que observamos el corpus completo y entendemos que las imágenes juntas forman un sistema cerrado en el cual todos sus integrantes son similares, lo que implica que se forme una comunidad virtual a partir de una concepción compartida.
Por otro lado, lo íntimo se convierte en lo más público, teniendo en cuenta que es publicado en uno de los espacios más mediatizados que existen hoy en día. Además, los ojos terminan significando la manera en que los jóvenes miran al mundo y pretenden ser mirados a través de su presentación fragmentada y a la vez sumamente completa, porque el reflejo de las miradas muestran mucho más de lo que el ojo desea mostrar.

REFERENCIA DE LAS IMÁGENES:
 www.fotolog.com/eyesxobsession: imágenes 2): posteada el 7-10 por bar_skull_neto; 5): posteada el 30-9 por fercete; 6): posteada el 6-10 por spiral_out; 7): posteada el 6-10 por wintry_sky; y 8): posteada el 8-10 por yosoynalia.
 www.fotolog.com/eye: imágenes 1): posteada el 28-10 por decimekitty; y 3): posteada el 21-10 por misojossonverdes.
 www.fotolog.com/manos_ojos_bocas: imagen 4): posteada el 2-10 por i_mag

AUTOR; DARÍO MACHADO

15.11.08

Apuntes sobre el videoclip+ cuatro reseñas nacionales


) ¿Cómo pensar el clip?
Desgajado de la maquinaria promocional de las majors musicales y los rellenos televisivos, siendo siempre ese "clip" que rejunta dos elementos de distinta procedencia, el videoclip encontró un momento de maduración durante la década del ochenta y un desarrollo autónomo durante los noventas, confirmando hoy en día que, por sobre un elemento que deba mirarse con desconfianza desde “el cine”, ha llegado a ser un formato válido con sus propias reglas y códigos internos. Pero el clip no admite cronologías desarrollistas: su ley es la mixtura, la cita, un tiempo donde todos los tiempos se mezclan; sus “leyes de desarrollo”, son reiterativas, autorreferentes y no admiten lecturas densas de sentido. Más bien, obligan a pensar a las imágenes en su propia cualidad; siendo la superficie más que una limitante, un punto de partida.
Hoy en día sus fuentes centrales se alimentan de tres vertientes (y es quizás por eso que cuesta tanto encontrar una “crítica específica del clip”):
- Una de corriente experimental, a la par del desarrollo de búsquedas estético-tecnológicas y los llamados "nuevos medios"; dentro de esa línea, una historia que podría comenzar con el video-arte, con el cual mantendrá siempre una negociación de intercambio y usurpamiento (como apuntó, a propósito de Juan Downey, Miljenko Skoknic, pero que podríamos extender a Nam June Paik, Robert Cahen o los Vasulka); y llegar al campo de la música electrónica. Desde aquí, se llevaron a cabo diversos experimentos sonoro-visuales, llegando hoy en día esta vertiente a convertirse en las reconocidas “visuales” de toda performance electrónica (confirmando mediante novedosos programas, la tendencia del live-act como performance operativa total). Sin duda que el referente central aquí es la banda electrónica Kraftwerk, pero durante los 80´s se desarrollaron un sinnúmero de estrategias procedentes de la creciente cultura breakdance, de la electronic body music y el industrial tensionando las nociones de “arte” “medios” “cultura”. En algún lugar entre Fluxus y lo que podríamos llamar la “utopía constructiva” que va del futurismo al minimalismo, podríamos situar un lugar para estas prácticas.
- La segunda vertiente, sin duda, proviene de la publicidad, entendiendo por ella imágenes puestas al servicio de un producto ofrecido al mercado, procedencia directa del clip en su función básica (promocionar, generar la imagen de un producto). Del cine publicitario hereda, a ratos, opción por una narrativa sintética, pero sobre todo una función ambigua del montaje, el corte abrupto, la construcción ideológica y una función rítmica.
- La tercera vertiente, la narrativa cinematográfica y televisiva en casi todas sus expresiones. Pensemos en las referencias al musical en Spike Jonze ("It´s oh so quiet!" de Björk) o Martin Scorsese ("Thriller", "Bad" de Michael Jackson) o las citas televisivas del mismo Jonze ("Sabotage" de Beastie Boys), por mencionar algunos al pasar. Aquí habría que hacer otro recorrido que puede comenzar con las experimentaciones de un Abel Gance, hasta el cine de género musical, pasando antes por los intentos que se vienen haciendo desde los 60´s por unir música y rock (pensemos en “A Hard day´s night” de Richard Lester, quizás uno de los padres del videoclip). De todos modos, durante los últimos años, la cita en clave paródica o no, al cine de ficción ha dado bastante material de análisis (Por otro lado, la influencia del clip sobre la narrativa cinematográfica, ha dado pocos frutos dignos de revisar).
Ahora bien ¿qué pensar, qué decir, qué escribir sobre el clip?
En el clip la capacidad autorreferencial tiene la limitante de no poder pensar sus propias condiciones de producción. Aún así, algunas han querido ver en él clip la indagación en los aspectos virtuales de la imagen, a partir de sus gestos, sus soportes, y sus superficies de exhibición.
Viléim Flusser ha escrito al respecto del video:
“Dentro del árbol genealógico el video se encuentra en otra rama con respecto al cine. Y es esta una diferencias que conviene poner en relieve, a fin de liberar el video y la televisión del modelo que el filme ejerce sobre ellos”.
Así visto, el lugar del clip, por sobre la exigencia “cinematográfica” y “referencial” al que es usualmente sometido, parece encontrar lugar en la medida en que establece una distancia con ellas, en la capacidad de poder explorar en sus propias superficies, y, en ese sentido, especular desde la imagen. La capacidad de creación de figuras poliédricas e hipnóticas, de fusionar continuidades, jugar espacial y temporalmente dentro de los planos, y metamorfosear la imagen, produciendo, a veces, experiencias concentradas en el marco televisivo (y hoy de internet) parece ser uno de sus mayores méritos.
De todos modos, aunque en la mayoría de los casos prima la referencialidad directa (desgastándose en la ilustración lineal del tema o el artista a promocionar o narrando alguna historia de escaso interés), hay algunos clips que han logrado, mediante una propuesta autónoma del realizador (el llamado “clip de autor”) establecer mundos propios, y, hoy en día, ligados a imaginerías específicas, como el caso de las “tendencias” sci-fi, cyber punk o futuristas, para escenas musicales concretas. Ese pareciera ser el caso de Chris Cunningham, quien ha establecido productivos vínculos con proyectos como Squarepusher, Aphex Twin o Portishead, los cuales, dentro de la música popular o la electrónica con beat y ritmos, poseen una política de intervención y complejización. Tampoco podemos dejar de lado a Michel Gondry, Antón Corbjin, Spike Jonze o Jem Cohen, todos videastas que han coqueteado con el cine, el video-arte y el clip, preocupados, algunos más que otros, por innovar y producir nuevas relaciones entre imágenes y música.
2) La generación de “videastas” y “realizadores” que ha encontrado cabida durante el primer festival del clip de Santiago, FENACLIP llevado a cabo a fines del 2007, nos habla de un cambio sustancial en aquellos ojos que se encuentran componiendo el universo del video en nuestro país.
Entre los videos finalistas, es posible visualizar la preocupación de estos realizadores por explorar el formato, que parece alimentarse tanto de años de consumo de imágenes programadas (desde videoclip a videojuegos), como de un trabajo fuerte en la zona de post-producción, en el contexto de acceso tecnológico que ha tenido nuestro país en los últimos años. Las imágenes ya no son las mismas, y esa parece ser una idea que reúne bastante a los clips comentados a continuación.
El caso de “Promesas” de Los Mono, dirigido por Pablo Gonzalez, es un caso ejemplar. Habiendo obtenido el primer premio, produce una mezcla de coreografía con cierto tinte breaker (el proyecto anterior de Vicente Sanfuentes, Hermanos Bros había incluído un videoclip completamente realizado con bailarines de breakdance) y recursos de animación sobre el rostro del protagonista. Pero quizás, aquello que llama verdaderamente la atención, es el carácter continuo del plano, el cual se sostiene narrativamente por el movimiento del protagonista mientras recorre, con un recurso de steadycam, el pasillo de un edificio. Acordes al ritmo de los beat funk, es el carácter hipnótico y fresco del clip lo que logra mantener la atención del espectador.
Con respecto al carácter especulativo, quizás más reflejo, fusionado o poliédrico, los clips de The Ganjas y Javiera Mena (Sonic Redemption de Rodrigo Astaburuaga y Al siguiente nivel, respectivamente) parecen seguir una línea similar. La música de The Ganjas ha asumido los códigos propios del noise psicodélico que se facturó en Inglaterra y EEUU durante fines de los ochenta (más específicamente el de Jesus and Mary Chain, My Bloody Valentine) y algo del revival stoner de principios de la década del dos mil (Kyuss, por ejemplo). En ambos, como en el sonido de The Ganjas, la guitarra, sobre una base estructural simple, es aplicada a efectos y sonidos diversos, estableciendo un tipo de continuidad sonora que oscila en intensidad con capas densas, muchas veces, superpuestas. El trabajo en imágenes del video clip trabaja en un símil de la suciedad y el acople propio del ruidismo, enfatizando mediante efectos, fundidos y utilización de filtros el carácter “post-producido” del video. Por otro lado, el contraste del uso de los colores y el trabajo con los movimientos de figuras geométricas dan al clip una referencia “lisérgica” muy propia de las fotografías e imágenes de la psicodelia de los sesenta (la cual es, también, un referente crucial).
El video de Javiera Mena, perteneciendo a un género musical completamente diferente, como es la canción electro-pop, tiene en común con el tema de The Ganjas el establecer un tipo de relación específica con la tecnología, ya sea para la composición como para el uso de efectos sonoros sobre una estructura de base. De todos modos, esto se refleja, en algún grado, en las imágenes del clip Al Siguiente Nivel. En este caso, si la canción electropop tiene su surgimiento en los ochentas, para el clip la referencia es un punto de partida desde la cual crear una estética fotográfica y artística de tintes kitsch y retrofuturista. A nivel de composición de planos, este clip juega con abrir espacios dentro de sí, repitiendo e iterando el rostro y el cuerpo de la cantante. Se trata de un mundo “sin gravedad”, al tono de la letra (“pasar al siguiente nivel”). El clip abre el espacio visual, desordenando la horizontalidad lineal y la gravedad de los cuerpos, estableciendo vínculos inter-dimensionales.
Finalmente, el clip Moha-Moha de Mostro dirigido por Carlos Reynoso y Por Error, se inserta de lleno en la animación. Mostro ha sido una de las pocas bandas en Chile que ha procurado acompañar su propuesta musical con una propuesta gráfica muy cuidada, a manos de Carlos Reinoso, miembro de la banda y, por cierto, dibujante de cómics. La música de Mostro, siendo de corte “experimental” y sin voces, se distancia del experimento virtuoso, propio de la música electroacústica y académica, utilizando estructuras muy básicas (A-B-C-A-B-D), reiterativas y de un sonido que podríamos calificar de ácido y lo-fi a la vez que de fuerte base desde la batería (generalmente se utiliza guitarra y batería o teclado y batería). Podríamos hablar de un minimalismo ácido, matemático y bizarro de bajo presupuesto. Las imágenes del clip sacan provecho del carácter no referencial de la música, utiliza un tipo de animación de estética explícitamente bidimensional y donde las reglas son establecidas bajo sus propias lógicas, creando mundos imposibles y auto referenciales. Se trata de criaturas animalescas, que remiten a ilustraciones infantiles y que en este caso se componen apegadas al ritmo de la música.
En ese sentido, al igual que en el clip de Los Mono, las imágenes dependen de la base y los quiebres, supeditando, en el caso de Los Monos, a los movimientos del protagonista, y en el caso de Mostro, al movimiento interno del plano y al montaje, mientras que en el clip de The Ganjas la dependencia es a los sonidos de la guitarra, mediante los usos e intervenciones en el plano.
Las características mencionadas (especulación, montaje, fusión, intertextualidad, metamorfosis, autorreferencia), parecen ser las claves para un acercamiento a estos videos. Cabe pensar la posibilidad de inscribir los clips en un régimen más general de los mundos imaginados, así como de los recursos tecnológicos y visuales que se dan tránsito en el contexto local de carácter contemporáneo, pero también dentro de su historia como género (local y global).
Iván Pinto Veas

11.11.08

SEGUNDA ENTREGA- Análisis de texto audiovisual





Modalidad: individual
Fecha de entrega: 27/11/08







Se puede optar por una de las siguientes películas :

-Elefante ( 2003) Gus Van Sant
-XXY (2007 ) Lucía Puenzo
-Géminis (2005) Albertina Carri
-Ciudad de Dios ( 2002) Fernando Meirelles
- La niña santa (2004) Lucrecia Martel

GUÍA DE OBSERVACIÓN Y ANÁLISIS

1) Leer la bibliografía de apoyo e identificar los niveles de pertinencia (Tipo de discurso, estrategias de connotación, enunciación, género, estructura narrativa) en los cuales se inscriben los aportes conceptuales de los distintos autores.
2) Analizar una de las películas propuesta y formular una hipótesis sobre el mensaje audiovisual.
3) Seleccionar y analizar fotogramas que sustenten la hipótesis formulada
3) Analizar las operaciones de producción de sentido en cada uno de los órdenes de configuración significante y ver cómo se articulan entre sí en términos se las estrategias de connotación:
- género y verosímil ( relaciones intertextuales- discursos sociales con los que se vincula el verosímil)
- código diegético ( nivel de la narración: funciones narrativas, actantes)
- Operadores sintácticos a nivel de significantes visuales ( roles, imágenes subjetivas , espacios)
- Operadores formales técnico-expresivos en la producción del sentido ( código de la representación: montaje )
- Operadores semánticos a nivel temático ( tópicos, isotopías)

4) Proponer a partir de las regularidades observadas una interpretación del estilo cultural que el texto representa.




Bibliografía:

- AUMONT J. / MICHEL,M. “El análisis del film como relato” en Análisis del film, Paidós, Barcelona, 1990.
-AUMONT,J. “Lo visible y la imagen , realidad y escritura” en Las teorías de los cineastas , Paidos, Barcelona, 2004
-METZ, C. "El decir y lo dicho en cine" en AA.VV.: Lo verosímil, Buenos Aires, Tiempo Contemporáneo, 1975
“Puntuación y demarcaciones en el film de diégesis” Ensayos sobre la significación en el cine (1968-1972) Volumen 1 y 2 Paidós, Barcelona, 2002.
DELEUZE, Gilles. “Recapitulación de las imágenes y los signos” “El pensamiento y el cine” en La imagen- tiempo. Estudios sobre cine 2 , Buenos Aires, Paidos, 2005
-BENJAMÍN, W "La obra de arte en la era de la reproducción técnica", en Discursos Interrumpidos, Taurus, Buenos Aires, 1995.
-STEIMBERG, O. (2005) “Texto y contexto del género” en Semiótica de los medios masivos, Bs.As., Atuel
-GAUDREAULT, A ,JOST,F (2001)“Temporalidad narrativa y cine” en El relato cinematográfico , Paidós, Bs. As.
-BORDWELL, D. (1999) “Principios de la narración” en La narración en el cine de ficción , Barcelona, Paidòs.,

Sobre el tema cultura joven:
REGUILLO, Rosana “Emergencia de culturas juveniles” en www.oei.org.ar/edumedia/pdfs/T03_Docu7_Emergenciadeculturasjuveniles_Cruz.pdf
CHAVES, Mariana Juventud negada y negativizada: Representaciones y formaciones discursivas vigentes en la Argentina contemporánea. Ultima décad. [online]. dic. 2005, vol.13, no.23 [citado 10 Noviembre 2008], p.09-32. Disponible en la World Wide Web: . ISSN 0718-2236

MARGULIS,M.,URRESTI,M. LEWIN, H. « Sectores populares y sectores medios : una mirada desde la dimensión cultural “ en Familia, habitat y sexualidad en Buenos Aires, Bs.As. , Biblos, 2007.

1.11.08

PRACTICO V- EL DISCURSO TELEVISIVO


Texto de referencia:

Gonzalez Requena, Jesús (1992), El discurso televisivo: espectáculo de la posmodernidad. Madrid: Cátedra.


En las páginas siguientes presentamos una síntesis de algunas ideas que G. Requena desarrolla en la parte inicial de su libro. Intentamos puntualizar en ella en qué sentido el autor concibe la noción de “discurso televisivo”.
Lean la síntesis y, de manera completa, los capítulos “Eclipse de la narratividad” y “El discurso psicótico de la posmodernidad”. Traten de responder luego, brevemente, a las preguntas que aparecen a continuación. Las respuestas guiarán nuestra reflexión en clase.

Preguntas-guía para organizar la lectura y la reflexión:

1) ¿Por qué sería más adecuado hablar de “discurso televisivo” que de “lenguaje televisivo”?
2) ¿Por qué podríamos afirmar que el discurso televisivo tiene una tendencia totalizante? ¿En qué sentidos y niveles del discurso televisivo puede observarse esa condición?
3) Observen la programación diaria de un canal de televisión para una semana (figura en la página web de cada canal). Dicha programación se nos presenta como un cuadro en el que se destacan unidades reconocibles que son los programas, pero en la emisión concreta la organización y el dinamismo de esos elementos es bien diferente al que comunica ese cuadro. Analicen este fenómeno de acuerdo con las ideas de G. Requena.
4) Elijan un programa específico de la programación mencionada (si es posible graben un segmento) y analicen el mismo de acuerdo con el modelo de G. Requena (estructura de superficie, marcas de fragmentación y continuidad, heterogeneidad genérica, etc.).
5) ¿Por qué podríamos afirmar que G. Requena presenta una perspectiva crítica acerca del discurso televisivo? ¿Su posición tiene derivaciones optimistas o pesimistas? Justifiquen la respuesta.
6) ¿En qué aspectos la televisión determinaría el “eclipse de la narratividad”? ¿Qué consecuencias acarrería este fenómeno en la vida social y cultural de una comunidad?
7) ¿Cómo relaciona G. Requena al discurso televisivo con el momento histórico-cultural genéricamente denominado “posmodernidad”?

Ficha de lectura:El discurso televisivo



Jesús Gonzalez Requena se propone estudiar lo televisivo como discurso, caracterizar al que denomina “Discurso Televisivo Dominante” y analizar la forma en que ese discurso irrumpe y modifica la vida social contemporánea. Según nos indica en la “Introducción” de su libro, en el marco teórico desde el que trabaja confluyen interrogantes y herramientas conceptuales propias de la semiótica, la antropología y el psicoanálisis. Teniendo en cuenta algunas categorías de análisis que utiliza es posible señalar también que su semiótica se acerca al análisis discursivo derivado de la textolingüística.
Al inicio de su libro G. Requena nos recuerda la discusión acerca de las limitaciones del primer modelo semiológico –dependiente de la teoría saussureana del signo– y subraya la imposibilidad de homologar la televisión (como supuesto “lenguaje”) con el sistema de signos constituido por la lengua. Esto es así porque, para él, “la televisión es un medio de comunicación que trabaja con lenguajes múltiples y que moviliza, en sus bien diversos mensajes, multitud de códigos preexistentes” (Gonzalez Requena, 1992: 23). La televisión es un sistema semiótico pero su diferencia con los otros sistemas (y en especial con el “modelo” de todos los sistemas, el sistema verbal) es que no presenta rasgos específicos. En realidad, nos indica el autor en primera instancia, se podría decir que su especificidad es no tener ninguna especificidad. En realidad, afirma en una segunda instancia y progresando en su razonamiento, si la televisión tiene –como sistema semiótico– alguna especificidad, ésa es su “capacidad pansincrética”. Es decir, “su capacidad de integrar en su interior todos los sistemas semióticos actualizables acústica y/o visualmente” (24). La TV puede integrar y articular géneros discursivos y sistemas semióticos extremadamente variados; y la cantidad (el número) de esas combinaciones intercódicas está –prácticamente– siempre abierta.
Por eso G. Requena sostiene que el objeto de la reflexión semiótica debe ser la programación, entendida ésta como (macro)discurso. En sus palabras, una “Unidad sistemática y organizada, estructura de orden superior unificadora de las estructuras autónomas constituidas por los diversos programas” (25). Si analizáramos sólo los programas emitidos por una emisora como “mensajes” implicados en un explícito proceso comunicativo (en la medida en que interpelan al destinatario demandándole una respuesta interpretativa), nos quedaríamos a mitad de camino. Para G. Requena hay que analizar otros procesos de significación (no explícitos) que también constituyen procesos comunicativos aunque ello no sea percibido concientemente por los destinatarios.
¿Cuáles son esos “otros procesos”? Por un lado, los fenómenos semióticos más globales que desatan los conjuntos organizados de programas (la programación). Y por otro las mismas unidades de programación (los programas) como discursos portadores de múltiples niveles de significación “más amplios que los que lo constituyen en mensaje, es decir, los especialmente marcados por el destinador (y reconocidos por el destinatario) como portadores de información” (27). Este enfoque permitiría, según el autor, analizar en profundidad el papel estructural desempeñado por la televisión en la cultura de masas. La programación sería, así, “un discurso de orden superior que determina los efectos psicológicos, ideológicos y sociales de los mensajes concretos que lo constituyen” (Ibidem).
Ahora bien, el punto fundamental de las observaciones de G. Requena es que él no considera a la programación como una simple unidad de rango superior cuya única función sería la de reunir (sumar, yuxtaponer) unidades menores pero autónomas en sí mismas, los programas. La programación no es una secuencia sucesiva y neutra de discursos cerrados y unitarios (cada programa). La programación en sí, en conjunto, es un (macro)discurso que tiene un destinador identificable (la institución emisora televisiva) y en razón de su propia lógica ejerce una “fuerza integradora” que “somete” a los textos parciales. Así, la autonomía de los programas es relativizada por una “cierta violencia” que sobre ellos ejerce la lógica de la programación global. En realidad la única que tendría autonomía sería la programación (30 y ss.).
Y ¿cuál es esa “fuerza integradora” que da coherencia al (macro)discurso que es la programación? Aunque resulte paradójico, es su fragmentación. G. Requena enumera algunos de sus rasgos (reproducimos aquí un fragmento completo de su libro):

1. Las emisiones televisivas son las primeras en poner en cuestión la autonomía de los programas que contienen. De hecho, estos son constantemente fragmentados, ya sea por la introducción en su interior de mensajes extraños, spots publicitarios, informaciones de última hora, advertencias sobre futuros programas, etc.
2. División de multitud de programas en capítulos y otros tipos de subunidades emitidos periódicamente (telefilms, telediarios, informativos, concursos…) y, por tanto, interrumpidos por programas totalmente diferentes.
3. Existe cierto tipo de programas, como los informativos diarios y los magazines, cuyos límites –esos mismos límites que debieran definir su entidad autónoma– son netamente indeterminables y que, sin embargo, se hallan compuestos por subunidades internas –“noticias”, “entrevistas”, “números musicales”, etc. – dotadas de un autonomía mucho más fuerte.
4. Algunas de estas subunidades, como las “noticias” y ciertos spots que constituyen unidades de campañas más amplias, configuran mensajes que, sin respetar las fronteras de la emisión diaria, se prolongan durante un tiempo variable de duración difícilmente determinable. Una unidad temática (por ejemplo, las elecciones en Estados Unidos) se prolonga así a lo largo de una serie intermitente de telediarios poseyendo una continuidad de la que carece el propio marco programático (el telediario) y poseyendo además un punto final bien preciso. En ciertas ocasiones –cada vez más frecuentes–, la continuidad de esta unidad puede romper incluso el marco programático desarrollándose a través de diversos programas: Telediarios, En portada, Punto y aparte… (Y cabe todavía la posibilidad de un diseño programático intermedio: un determinado debate puede comenzar en Televisión Española y prolongarse luego en Radio Nacional).
5. Existe otro tipo de programas que, aun poseyendo límites temporales más precisos, carecen de toda autonomía temática, pues su único objeto es remitir –anunciar, presentar, publicitar– otros programas de la emisora.
6. Otra forma de violencia habitual sobre la autonomía de los programas consiste en la referencia, desde el interior de uno de ellos, a otro u otros programas de la propia emisora.
7. Un amplio grupo de segmentos de la emisión no pueden ser en ningún caso considerados como mensajes autónomos, pues se explicitan como fragmentos carentes de toda autonomía discursiva que reducen su función a la de garantizar la conexión entre los segmentos que les preceden y les siguen. Nos referimos a los llamados “segmentos de continuidad” –cartas de ajuste, cabeceras de programas, presentaciones de la programación diaria, temas musicales o visuales de continuidad, etc. (32-33)

Esta fragmentación –constitutiva de la programación– determina según G. Requena el “efecto ‘polifónico’ de la enunciación televisiva, generado no tanto por la existencia de programas de debate o entrevistas como, en un nivel estructural más profundo, por las múltiples y muy diversificadas estrategias enunciativas de los diferentes programas” (33).
Profundizando en su idea de la programación como discurso, G. Requena señala que ella exhibe marcas de su coherencia textual de superficie (34 y ss.). Se trata de esos “segmentos de continuidad” que identifica en el punto 7 de la anterior enumeración y que por su reaparición constante a lo largo de la emisión operan por recurrencia. En sus palabras, “Su mera existencia, carente, como hemos dicho, de toda autonomía discursiva, es ya una prueba inequívoca de que la programación posee los mecanismos semióticos de cohesión que ponen las bases de su unicidad discursiva. Además de actuar como constantes actualizadores de la función fática del lenguaje (Jakobson) constituyen inequívocos conectores semióticos. (...) Algunos de ellos, como los temas musicales o visuales de continuidad, actúan a la vez como elementos de puntuación y como elementos copulativos (y en tal caso desempeñan un papel bien semejante al de las conjunciones lingüísticas). Otros, como las presentaciones de la programación diaria, son en todo equivalentes a los índices que sintetizan las diversas partes constitutivas de un discurso literario” (34-35). La continuidad es establecida también por la referencia, desde el interior de un programa, a otro u otros programas de la misma emisora; la intercalación de spots publicitarios y de spots que anuncian futuros programas; la emisión de programas cuyo objeto es publicitar la programación semanal; la recurrencia de ciertos fragmentos (spots publicitarios, segmentos de continuidad) o de ciertas figuras (presentadores, locutores), etc.
Fragmentación y continuidad, entonces, serían las dos cualidades básicas del discurso televisivo. La heterogeneidad genérica del discurso televisivo resulta de esas cualidades, es un efecto de ellas (el formato magazine sería, para G. Requena, un ejemplo privilegiado de ese fenómeno). También lo es la multiplicidad que se manifiesta tanto a nivel horizontal (multitud diversificada de programas que se suceden) como a nivel vertical (multitud de emisiones paralelas en el tiempo a través de la diversificación de la oferta programática en varios canales de emisión simultánea). Esa multiplicidad, por su parte, también provoca un efecto importante: la ruptura de la linealidad de la emisión. Con lo cual se introduce, según G. Requena, “un nuevo factor potencial de fragmentación, relacionado con la forma dominante de consumo de estos medios: a través del simple expediente del cambio de canal, que no exige más que el contacto con un botón de mando a distancia, el destinatario (el consumidor) puede desplazarse constantemente a través de la oferta programática múltiple a la que tiene acceso de manera simultánea, realizando así nuevas y aleatorias operaciones fragmentadoras” (38). El zapping produce un efecto de accesibilidad simultánea que no deriva necesariamente –según la observación crítica de G. Requena– en el contacto con una posible diversidad de la oferta. Como anota el autor, los canales ofrecen productos esencialmente idénticos.
Las características señaladas hasta aquí, son solidarias con otro de los rasgos fundamentales del discurso televisivo: su carencia de clausura o, dicho de un modo más preciso, su tendencia interna a demorar la clausura. El discurso televisivo se prolonga ininterrumpidamente, de modo que aparece como permanente e interminable. Para G. Requena los tres factores en su conjunto “ponen sobre el tapete una tendencia global de estos macrodiscursos a romper las fronteras de lo sintagmático para terminar por materializar algo en apariencia impensable: un discurso ya no caracterizable por sus elecciones sintagmáticas sobre el volumen global del paradigma, sino uno que tiende a agotar, tanto en lo horizontal (eje diacrónico), como en lo vertical (eje sincrónico), todos los decibles, todas las articulaciones posibles previstas por el paradigma. Un discurso , en suma, que se quiere, y es ésta una asombrosa paradoja, paradigmático” (42). Así, “el discurso televisivo dominante, en su incesante, cancerígena autoreproducción” (Ibidem) “tiende a evacuar el sentido y hacer que el ruido (un ruido múltiple y constante) ocupe su lugar” (43). La consecuencia es tan clara como inquietante, si pensamos en la televisión como medio de comunicación: en el discurso televisivo la información, el sentido, están ausentes.

Miriam Casco